SEVILLA-
El tiroteo en el que se ha visto envuelta la familia de Juan José Cortés
en el barrio onubense del Torrejón no sólo siguió propiciando ayer
imágenes sorprendentes, como la llegada del padre de Mari Luz esposado a
la Audiencia Provincial de Huelva a primera hora de la mañana; también
originó noticias inesperadas.
La Confederación Española de Policía (CEP) estudiará «a fondo» las
diligencias del caso, puesto que baraja la posibilidad de personarse en
la causa. El motivo: «Según parece, el padre y el abuelo de Mari Luz
profirieron insultos y amenazas contra los funcionarios que acudieron al
Torrejón a realizar su trabajo», aseguran fuentes del sindicato.
Dicen comprender «el estado de ansiedad que puede provocar una detención
y unas escenas como las de aquella madrugada, con cuatro escopetas de
por medio», pero quieren dejar claro que «no vamos a tolerar el insulto
bajo ningún concepto ni alusiones a que ‘nos van a echar del Cuerpo’ o
quitar algo», matizan.
Y es que además, «existen precedentes con estas personas». De hecho,
recuerdan que en concreto el abuelo, Juan, «está denunciado ya ante la
Subdelegación del Gobierno en Huelva por amenazar e insultar a una
policía».
Confían en que, aunque en este asunto «esté implicada una persona que
puede estar arropada por poderes políticos, se haga justicia», señalan
para comentar, con ironía, que es lo que sin duda querría cualquier
asesor jurídico. Mientras, en Huelva, la Audiencia dejaba en libertad,
pero con cargos de lesiones, amenazas y daños, a Juan José, su padre,
sus dos hermanos y su cuñado, quienes se acogieron a su derecho a no
declarar, con la única excepción del último, según algunas fuentes. A
los cinco implicados en el tiroteo, el juzgado les impuso dos medidas
cautelares: tendrán que presentarse los días 1 y 15 de cada mes a
firmar y tienen prohibido comunicarse y acercarse a 50 metros de la
persona herida. Víctima que, por otro lado, fuentes del barrio señalan
como el pastor de la Iglesia Evangelista que profirió las graves ofensas
a los antepasados de los Cortés que originaron la refriega. Injurias
de las que también podría haber precedentes, en este caso telefónicos.
Juan José Cortés abandonó los juzgados arropado por los suyos, «muy
cansado» y haciendo el símbolo de la victoria. Otra curiosa estampa. El
juzgado de Instrucción número 3 decidirá.
«Los han perdonado. Todo es mentira»
Familiares de Juan José Cortés proclamaron ayer a las puertas de la
Audiencia Provincial de Huelva que la denuncia contra los suyos había
sido retirada porque «todo es mentira». Su madre insistió en que «los
que les acusaron los han perdonado, porque todo es mentira». Retirada de
la denuncia que desmintió la Policía Nacional y la Subdelegación del
Gobierno. En cualquier caso, fuentes policiales explicaron a LA RAZÓN
que, aunque así hubiera sido, al tratarse de «un delito público
contemplado en el Código Penal y haber existido una actuación policial,
los delitos se perseguirían de oficio».
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