
La Confederación Española de Policía (CEP) imparte cursos formativos integrales a los componentes de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado para que los funcionarios puedan reciclarse y afrontar más preparados las nuevas modalidades delictivas. Su secretario general, Nacho López García de la Torre, se desplazó recientemente a Oviedo para participar en un curso sobre terrorismo. Descarta que en Asturias haya células durmientes islamistas y rechaza la entrada de Bildu en las instituciones porque, afirma, es “un bofetón y un paso atrás”.
¿Cómo ve desde Madrid la evolución del CEP en el Principado? Asturias es una autonomía que funciona bien gracias al trabajo que están desarrollando los compañeros, con su secretario regional, Miguel Ángel Campos, a la cabeza. Tenemos una afiliación fuerte y ya somos mayoritarios desde las recientes elecciones a las que concurrimos junto al SPP.
¿Cuáles son las necesidades más perentorias de los policías en Asturias? La falta de recursos en medios materiales e infraestructura, aunque somos conscientes de que estamos en un contexto de crisis. El policía está encabronado salarialmente porque ha aumentado la carga de trabajo exponencialmente en los últimos siete años y, con el decretazo, estamos al mismo nivel que teníamos en el año 2000.
¿Aprecia alguna perspectiva de mejoría? La falta de empleo público se ha desplomado. Vamos a perder 15.000 policías en los próximos años. Hay un adelgazamiento de las plantillas y éstas sufrirán un progresivo envejecimiento. Por eso el mantenimiento mínimo de la tasa de reposición es fundamental.
¿Qué apoyo tienen de los partidos políticos? No podemos decir que los partidos son sordos a las demandas porque éstas son de sentido común. El problema es tener capacidad y coraje político para desarrollarlas.
¿Ha variado la tendencia delictiva? El carácter violento de los delincuentes del antiguo bloque del Este era una característica notable en esas organizaciones a fines de los años 90 y la década del 2000. Sus integrantes tienen gran preparación militar y estructuras organizativas muy rígidas. El crimen organizado ha sufrido una metamorfosis.
¿Con la crisis se han incrementado los delitos? Hay un repunte pero, como la crisis es de magnitud mundial, esa movilidad ha quedado reducida.
¿Cuál es la fuerza de las bandas latinas? Están en franca decadencia. No representan una amenaza ni una preocupación excesiva independientemente de episodios aislados.
¿Sus cursos de formación vienen a suplir un vacío oficial o son un complemento? Nosotros apostamos por una formación universal e integral. Abordamos la temática de la innovación, ciberterrorismo, violencia de género, extranjería... Nuestra vocación es complementaria, aunque hay pocas plazas en los cursos oficiales.
¿La elección de Asturias para el curso de terrorismo obedecía a una necesidad o fue circunstancial? Asturias no está al margen del fenómeno terrorista. Aunque la banda terrorista ETA ha cometido atentados en la región, como la colocación de bombas en el Palacio de Justicia de Gijón o en el cuartel de la Policía de Buenavista de Oviedo, entre otros, no ha dado de lleno como en otras ciudades como Madrid o el País Vasco.
Sin embargo, los explosivos del 11-M salieron de la Mina Conchita.
Sí, pero la trama asturiana respondía al hecho de una oferta y una demanda incidental. En la investigación ha quedado acreditado que no hay un foco latente de una célula durmiente.
Ahora se cumplen dos años del último atentado de ETA con un nuevo panorama: la entrada de Bildu en las instituciones. ¿Cómo lo valora? Me parece fatal la argumentación del Tribunal Constitucional y, siendo delicado, creo que es muy cuestionable. Con el Tribunal Supremo ya quedaron acreditados los puentes de conexión entre Sortu y Bildu con ETA. Es un paso atrás y un bofetón a la cara a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado que luchamos para cercenar ese oxígeno que fue el ejercicio fundamental para que ETA tenga la escasa capacidad operativa de matar que tiene ahora. Que, además, los fondos públicos vayan a favorecer a los presos de ETA es incomprensible. Tampoco es de recibo que estén representados en 88 ayuntamientos y 1.300 concejalías. Es de traca esta situación que podría haberse evitado.
¿Cómo ve desde Madrid la evolución del CEP en el Principado? Asturias es una autonomía que funciona bien gracias al trabajo que están desarrollando los compañeros, con su secretario regional, Miguel Ángel Campos, a la cabeza. Tenemos una afiliación fuerte y ya somos mayoritarios desde las recientes elecciones a las que concurrimos junto al SPP.
¿Cuáles son las necesidades más perentorias de los policías en Asturias? La falta de recursos en medios materiales e infraestructura, aunque somos conscientes de que estamos en un contexto de crisis. El policía está encabronado salarialmente porque ha aumentado la carga de trabajo exponencialmente en los últimos siete años y, con el decretazo, estamos al mismo nivel que teníamos en el año 2000.
¿Aprecia alguna perspectiva de mejoría? La falta de empleo público se ha desplomado. Vamos a perder 15.000 policías en los próximos años. Hay un adelgazamiento de las plantillas y éstas sufrirán un progresivo envejecimiento. Por eso el mantenimiento mínimo de la tasa de reposición es fundamental.
¿Qué apoyo tienen de los partidos políticos? No podemos decir que los partidos son sordos a las demandas porque éstas son de sentido común. El problema es tener capacidad y coraje político para desarrollarlas.
¿Ha variado la tendencia delictiva? El carácter violento de los delincuentes del antiguo bloque del Este era una característica notable en esas organizaciones a fines de los años 90 y la década del 2000. Sus integrantes tienen gran preparación militar y estructuras organizativas muy rígidas. El crimen organizado ha sufrido una metamorfosis.
¿Con la crisis se han incrementado los delitos? Hay un repunte pero, como la crisis es de magnitud mundial, esa movilidad ha quedado reducida.
¿Cuál es la fuerza de las bandas latinas? Están en franca decadencia. No representan una amenaza ni una preocupación excesiva independientemente de episodios aislados.
¿Sus cursos de formación vienen a suplir un vacío oficial o son un complemento? Nosotros apostamos por una formación universal e integral. Abordamos la temática de la innovación, ciberterrorismo, violencia de género, extranjería... Nuestra vocación es complementaria, aunque hay pocas plazas en los cursos oficiales.
¿La elección de Asturias para el curso de terrorismo obedecía a una necesidad o fue circunstancial? Asturias no está al margen del fenómeno terrorista. Aunque la banda terrorista ETA ha cometido atentados en la región, como la colocación de bombas en el Palacio de Justicia de Gijón o en el cuartel de la Policía de Buenavista de Oviedo, entre otros, no ha dado de lleno como en otras ciudades como Madrid o el País Vasco.
Sin embargo, los explosivos del 11-M salieron de la Mina Conchita.
Sí, pero la trama asturiana respondía al hecho de una oferta y una demanda incidental. En la investigación ha quedado acreditado que no hay un foco latente de una célula durmiente.
Ahora se cumplen dos años del último atentado de ETA con un nuevo panorama: la entrada de Bildu en las instituciones. ¿Cómo lo valora? Me parece fatal la argumentación del Tribunal Constitucional y, siendo delicado, creo que es muy cuestionable. Con el Tribunal Supremo ya quedaron acreditados los puentes de conexión entre Sortu y Bildu con ETA. Es un paso atrás y un bofetón a la cara a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado que luchamos para cercenar ese oxígeno que fue el ejercicio fundamental para que ETA tenga la escasa capacidad operativa de matar que tiene ahora. Que, además, los fondos públicos vayan a favorecer a los presos de ETA es incomprensible. Tampoco es de recibo que estén representados en 88 ayuntamientos y 1.300 concejalías. Es de traca esta situación que podría haberse evitado.
http://www.lavozdeasturias.es/asturias/policia-encabronado-salarial-profesionalmente_0_533946616.html
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