MADRID- La
instrucción era clara: «no entrar en provocaciones, no tocar a los
participantes en la manifestación del 15-O». Este fin de semana las
fuerzas de seguridad han repetido una situación por la que ya pasaron
este verano, debían enfrentarse a una protesta multitudinaria, convocada
a través de las redes sociales y para la que ninguno de los
organizadores había pedido autorización. Pero la situación no podía
pillarles de imprevisto, por eso, hasta ocho grupos de las unidades de
intervención policial (o lo que es lo mismo, casi 400 agentes de la
Policía Nacional) salieron a las calles del centro de Madrid para evitar
que se produjeran altercados. «Seguimos la misma tónica que en las
manifestaciones de este verano, sobre todo las de agosto, no hacer nada
que luego nos puedan reprochar. Permanecer cerca de los manifestantes
pero no atosigarlos», aseguró a LA RAZÓN Lorenzo Nebreda, secretario
general del sindicato Policial CEP, quien denunció que en el caso de los
«indignados» la autoridad está «vulnerando sistemáticamente la
normativa».
Aunque finalmente el sábado no se produjo incidente alguno durante la marcha –que concluyó no con la «okupación» de una plaza, sino con la entrada ilegal esta vez en un hotel– según Nebreda los agentes siguieron las redes sociales para conocer los planes de los manifestantes. Unas páginas web en las que incluso se llegó a especular con la posibilidad de volver a acampar en la Puerta del Sol «aprovechando que hace buena noche». «Ni en caso de asentamientos íbamos a intervenir, de momento», añadió el representante policial.
En el caso de los «indignados» las autoridades, denuncian, están realizando excepciones que nunca se producen en otras marchas. Ante una manifestación sin permiso, los agentes deben localizar a sus promotores para notificarles que su actuación es ilegal y hacerles llegar la correspondiente sanción: A los del 15-M «se les permite saltarse la Ley», concluye Nebreda.
Aunque finalmente el sábado no se produjo incidente alguno durante la marcha –que concluyó no con la «okupación» de una plaza, sino con la entrada ilegal esta vez en un hotel– según Nebreda los agentes siguieron las redes sociales para conocer los planes de los manifestantes. Unas páginas web en las que incluso se llegó a especular con la posibilidad de volver a acampar en la Puerta del Sol «aprovechando que hace buena noche». «Ni en caso de asentamientos íbamos a intervenir, de momento», añadió el representante policial.
En el caso de los «indignados» las autoridades, denuncian, están realizando excepciones que nunca se producen en otras marchas. Ante una manifestación sin permiso, los agentes deben localizar a sus promotores para notificarles que su actuación es ilegal y hacerles llegar la correspondiente sanción: A los del 15-M «se les permite saltarse la Ley», concluye Nebreda.
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